Nadie se perderá el Día del Juicio

Categoría: Corte de Sermon

Sabes ahí en Mateo 25, dice, “Cuando el Hijo del Hombre venga en Su gloria,” ¿que va a pasar? “Todos los santos ángeles con Él,” Se va a sentar en Su trono de gloria y todas las naciones van a estar ahí ante Él. Y vas a ver que Él las divide. Ambas estan ahí. Ambas. Aquellos en la derecha. Aquellos en la izquierda. Todos están ahí. Nadie está exento. Nadie está exento. Cristiano, nosotros no estamos exentos de esto. No hay salida. Se dice de Jesucristo que Él está listo para juzgar a los vivos y a los muertos – aquellos que están vivos en Cristo, aquellos que están muertos en sus pecados. Todos debemos comparecer. Todos deben comparecer ante el trono del juicio de Cristo. Y solo imagínense eso en sus mentes. Todos deben de comparecer. ¡Qué vasta asamblea! Nadie falta. Me hizo pensar. Algunas veces preguntaré, ¿está Darrell aquí? ¿Esta Matt aquí? Si hay una pregunta sobre qué están haciendo los diáconos, y ninguna mano se levanta. Alguien dice, oh, su familia está enferma. No en ese día. Nadie va a faltar. Nadie está fuera. Nadie va a llegar tarde, la familia de nadie va a estar enferma. Nadie está exento. Nadie. ¿Te puedes imaginar a Adán y a Eva? Están también ahí. ¿Te puedes imaginar? No se cuanto van a mirar a su alrededor. No sé cuánto podrán asimilar de esto. Y honestamente no se dónde están espiritualmente. Tengo mis teorías sobre eso. Pero solo me los puedo imaginar. ¿Que hemos hecho? Un vasto océano de la humanidad, y ellos condenaron a toda la raza humana aparte de los que han sido rescatados. ¿Que hemos hecho? Piénsalo. Los Romanos van a estar ahí. Pilato va a estar ahí. Nerón va a estar ahí. Calígula va a estar ahí. Claudio va a estar ahí. Tiberio va a estar ahí. Todos los Césares van a estar ahí. Aquellos que se sentaron en el senado Romano. Aquellos que eran esclavos. Recuerden a todos aquellos cuando Jerusalén cayó, se llevaron a multitudes – Judíos cautivos – todos ellos van a estar ahí. Los judíos que salieron de Egipto. Estarán ahi. Los que salieron de Babilonia. Ellos estarán allí. David estará allí. Goliat estará allí. Los Nefilin – ellos estarán allí. Los gigantes. Los vikingos. Los Persas. Los Nazis. Aquellos bajo el Imperio Británico. Aquellos bajo el Imperio Japonés. Todos nuestros presidentes. Los gobernadores. El mecánico. La ama de casa. Quiero decir, todos están ahí. Estas multitudes de personas. Ahí está Herodes, Aquellos que lo perforaron. Judas está en esa multitud. Demas – hemos escuchado de él. Él va a estar ahí. Los de la isla centinela. Ellos estarán allí. Los de la India están allí. Los de China están allí. Los de la Unión Soviética están allí. Los Brasileños están allí. Los Canadienses están allí. Los Nicaragüenses están ahí. No hay nadie exento. ¿Los ves a todos? ¿Te los puedes imaginar en tu mente? Los Asirios, los Babilonios. Faraón – orgulloso Faraón. Todos sus Egipcios. Todos estan allí. Los Etíopes. Los que estuvieron ahí en los días de la Reina Sabá. Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda. Todos estan allí. Nadie falta. He pensado muchas veces en los papas. Ellos están ahí. Los sacerdotes. Los que dejan su sacerdocio. Todos los que se arrodillan ante Allah – ellos están allí. Estan ahí. Los que siguieron a Buda – están allí. Todos ellos, las masas. Los que se sentaron en las bancas y juzgaron a otros. Acabamos de escuchar sobre una hermana en la iglesia en Monterrey. El juez fue comprado cuando su esposo la golpeó. Ese juez va a estar ahí. Y ese esposo va a estar ahí. Y tú vas a estar allí. Los ricos, los pobres, los plomeros, los mecánicos, los recolectores de impuestos, las prostitutas. Todos van a estar allí. ¿Los puedes ver a todos en tu mente? Y tú estás allí. Esa es la realidad soberana. Y hay ese punto en el tiempo cuando tienes que pararte allí, todo es sacado a la luz. Todos debemos comparecer. Solo piensa sobre eso: comparecer. Vas a comparecer exactamente como eres. La gente no puede ver aquí. Ellos no saben lo que estamos pensando cuando hacemos lo que hacemos. No saben los motivos que nos mueven. Nos posicionamos a nosotros mismos. Sonreímos a la gente cuando no estamos sonriendo por dentro. Decimos que estamos bien cuando no es cierto. Nos disfrazamos. Pero en ese día, no hay disfraces. No hay disfraces. Ninguno.