Estas inspiradoras y desafiantes citas cristianas son extraídas de libros y sermones de creyentes piadosos que esperamos te desafíen y animen mientras corres esta carrera por el Señor Jesús. (Para compartir las citas que están en formato de imagen, puedes descargarlas haciendo click en la imagen).

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¿Qué quiere decir que la justificación es por los méritos de la sangre de Jesús? Significa que la justificación procede de los méritos del rescate pagado; ocurre por causa de la satisfacción de la justicia. En otras palabras, cuando Dios “justifica” a una persona, Él no está mirando a esa persona en sí misma. Más bien, Él está tomando en cuenta la sangre de Cristo. Somos justificados por Su sangre.

Charles Leiter

Tenemos un solo mensaje. No tenemos que arreglarlo. No tenemos que mejorarlo. No tenemos que cambiarlo para que la gente lo entienda. Solo hay que seguir predicándolo una y otra vez. Y si predicamos el Evangelio con fidelidad, Dios salvará a las personas.

Paul Washer

Es inefable hasta lo máximo saber que las manos que sangraron por nosotros cargan todos nuestros asuntos.

John Newton

El hombre orgulloso siempre quiere hacerlo él mismo, pero el camino de Dios es la fe— una mirada impotente a Dios por pura misericordia y gracia. El incrédulo quiere algo que puede ver, pero el camino de Dios es creer y contemplar lo invisible.

Bob Jennings

La gente dice: “Queremos la paz mundial”. Seguro, quieren la paz del mundo, pero rechazan al Príncipe de Paz.

Leonard Ravenhill

¿Cómo es que tantos verdaderos creyentes tan a menudo oran tan fríamente? ¿Cuál es la razón por la cual sus oraciones son tan débiles, extraviadas y tibias, como frecuentemente lo son? La respuesta es muy clara: su sentido de necesidad no es tan profundo como debería de ser. Ellos no están vivos de verdad a su propia debilidad y dependencia, y así ellos no claman fervientemente por misericordia y gracia. Recordemos estas cosas. Busquemos tener un constante y abundante sentido de nuestras necesidades reales. Si los santos solamente pudieran ver sus almas como los diez afligidos leprosos vieron sus cuerpos, orarían muchísimo mejor de lo que lo hacen.

J. C. Ryle, Pensamientos Expositivos de los Evangelios: Lucas, Volumen 2,[Carlisle, PA: Banner of Truth, 1986], 232. (Luke 17:11-19)

Aquí estoy, envíame – ¡envíame hasta los confines de la tierra! Envíame al rudo salvaje perdido en el desierto. Envíame muy lejos de todo lo que se llama comodidad en la tierra; envíame incluso a la muerte misma, si esto fuera a tu servicio, y para promover tu reino. Ansiaba ser una llama de fuego que ardiera continuamente en el servicio divino y edificar el reino de Cristo hasta mi último y agonizante aliento.

David Brainerd

El orgullo de los predicadores de la Palabra, al desear hacerse famosos en vida y después de su muerte, es el motivo por el que atraen a los hombres hacia sí mismos en vez de hacia el Señor de la cosecha. Los hombres son muy propensos a hacerse ídolos unos de otros… y las personas comunes y corrientes, cuando escuchan a un buen orador y sólo han probado un poco de su doctrina, están prestas a hacerlo un Herodes de antaño, en sustitución de Dios; entonces, su corazón es tan absorbido por esta promoción y por la lealtad de la gente, que empieza a jactarse y a hacer alarde de este nombre nuevo que desea perpetuar, y que otros prontamente se lo atribuyen a él. Tanto él como ellos concluyen que esta nueva secta es mejor que todas esas sectas antiguas aletargadas cuyos nombres se han oxidado.

William Williams, Daniel Rowland y el Gran Despertar Evangélico en Gales, pág. 6

Somos inmortales hasta que nuestro trabajo en la tierra esté hecho.

George Whitefield, (luego de sobrevivir a un intento de asesinato)

Tenemos que determinar nuestra teología desde la Palabra de Dios, no desde lo que sentimos.

R.C. Sproul

Si hay algún punto en el que la iglesia cristiana debería mantener su fervor en efervescencia, es con respecto a las misiones. Si hay algo acerca de lo que no podemos tolerar la tibieza, es en la cuestión de enviar el Evangelio a un mundo moribundo.

Charles Spurgeon

A la luz de la Cruz, el mayor insulto que puedes darle a Dios es dudar de Su amor por ti.

J. C. Ryle

Si un hombre es capaz de predicar sermones sin Cristo, no te hagas daño a ti mismo escuchándolo.

Charles Spurgeon

Confío que somos de la misma simiente, y al final nos presentaremos ante el mismo trono para siempre; y quién sabe, puede que primero nosotros tengamos que estar atados a la misma estaca y ascender en el mismo carruaje. No peleemos entonces, aunque no veamos todo igual.

Howell Harris a Juan Wesley

Aquel que se jacta de ser un escogido de Dios, y vive voluntaria y habitualmente en pecado, está sólo engañándose a sí mismo y es blasfemo.

J.C. Ryle
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