Estas inspiradoras y desafiantes citas cristianas son extraídas de libros y sermones de creyentes piadosos que esperamos te desafíen y animen mientras corres esta carrera por el Señor Jesús. (Para compartir las citas que están en formato de imagen, puedes descargarlas haciendo click en la imagen).
La gracia contrasta con las obras en que las obras luchan por hacer lo suficiente para cumplir con la tarea, mientras que la gracia descansa en la realidad de lo que ya ha sido hecho.
No hay poder suficiente en las legiones de demonios, si vienen en batalla contra un débil cristiano para arrebatarlo de Cristo. A pesar de que lo sitian continuamente, como una manada de leones que buscan devorar un cordero; la defensa fue mucho más fuerte que la invasión, tanto que no pudieron arrancar ni siquiera a ese de la mano de Cristo. El destructor nunca ha celebrado un triunfo sobre el Redentor.
La falta de unidad es algo muy desalentador. Pero cuánta fortaleza proviene de la unidad. Así como los pequeños alambres, todos unidos, conforman la fuerza del cable, también es así en la iglesia.
Un cristiano debería en todo momento mantener una firme barrera en contra todo lo que pueda derribar, corromper o debilitar un espíritu de amor. Lo que impide amar a las personas, impide el ejercicio de amar a Dios…si el amor es la esencia del cristianismo, entonces todas aquellas cosas que destituyen el amor son sumamente desfavorecedoras para los cristianos.
El amor a la verdad que no está acompañado por el amor a los demás no trae honra a Dios y el amor se manifestará, en parte, en las palabras que usamos o rechazamos usar.
No hacer caso a la consciencia y la falta de plena obediencia al Espíritu Santo en la vida personal de un cristiano le exponen al grave peligro de, o exhibir su voluntad propia, o por lo menos tomar un curso de acción equivocado en tiempos de prueba y perplejidad.
Debemos clamar al Señor. Debemos admitir que hemos sido engañados, admitir que tenemos la culpa de nuestro engaño; que no hubiera sido posible si no fuera por nuestro malvado descontento o nuestra ambición no santificada. Debemos admitir que somos incapaces de liberarnos a nosotros mismos y que merecemos estar en el lío en el que estamos. Y entonces debemos pedir a nuestro Padre celestial que saque a Su amado hijo del pozo en el cual ha caído. Él lo hará.
“Cuando estás consciente de que no hay señal alguna de que el agua viva fluye dentro y fuera de ti, no te condenes. No agaches la cabeza. No recurras a la oscuridad. No huyas lejos de Dios. Sólo di: ‘En este momento no es esta la realidad que debería ser en mi vida, voy a correr valientemente a Cristo con la cubeta más grande que pueda encontrar y esperaré y esperaré y esperaré y esperaré. No lo dejaré en paz hasta que Él me llene'”.
Escuchen hermanos: sus conclusiones acerca de las Escrituras no son infalibles, sus deducciones racionales y principios que extrae de las Escrituras no son iguales a la Escritura. Cuando usted empieza a extraer principios de la Escritura y las enfuerza en otras personas, usted empieza a entrar en un terreno que no es seguro.
‘Me temo que no soy escogido’. Oh! Amadas almas, no te inquietes por eso; si crees en tu Cristo eres escogido; quienquiera que se aferre a la misericordia de Jesús, el que no traiga nada de buenas obras, obtendrá misericordia si viene por ella.
No dejemos entrar en nuestros corazones … el buscar a Dios en ninguna otra parte que no sea en Su sagrada Palabra, ni pensar nada acerca de Él que no sea motivado por Su Palabra, ni hablar nada que no sea tomado de esa Palabra.
Dios no necesita de tus fuerzas, Él tiene más que suficiente fuerza en Sí mismo. Él pide tu debilidad.
El verdadero fundamento de la expectación –y el verdadero fundamento de la esperanza– es el amor de Cristo hacia nosotros, no nuestro amor hacia Cristo.
La mayor tristeza y el mayor agobio que puedes provocarle al Padre, el mayor acto de crueldad que puedes hacerle a Él, es no creer que Él te ama.
Aquel que desea asumir visiones correctas de la santidad cristiana debe comenzar por examinar el vasto y solemne tema del pecado. Debemos excavar profundamente si deseamos construir alto. Un error en ello es muy dañino.