No esperes un arrepentimiento perfecto

Muchas personas dicen cosas como “no puedo arrepentirme” o “estoy tratando de arrepentirme” pensando que necesitan un arrepentimiento perfecto y completamente maduro antes de poder ser salvados. Pero no nos salvamos porque tengamos un arrepentimiento perfecto, sino porque somos débiles e indefensos y nos lanzamos sobre un Salvador perfecto. No podemos esperar ver la misma profundidad de arrepentimiento en un bebé en Cristo a como lo esperaríamos de una persona que ha caminado con Dios por 30 años.