Córtala, y échala de ti

El dolor de mortificar el pecado jamás puede compararse con el dolor de las llamas del fuego del infierno. ¿Ese ídolo en tu vida te es ocasión de pecar? Cortar esa cosa no es nada comparado con ser echado al fuego por una eternidad de eternidades. En este mensaje, el hermano James considera las palabras de nuestro Señor en el Sermón del monte acerca de quiénes son los verdaderos cristianos.