Tim Conway: Si pudieras, de forma muy compacta, ¿qué has aprendido de Jay Adams en cuanto a la depresión?
Paul: ¿La pregunta es qué he aprendido de Jay Adams en cuanto a la depresión? Y eso es…supongo que lo más grande sería esto: El poder discenir cuando estoy creyendo una mentira – creyendo algo que no es cierto, que no se conforma a la palabra de Dios- y luego predicar. En lugar de dejar que mi corazón me predique, que debo predicar la Palabra de Dios a mi corazón y afirmarme en las realidades de la Palabra de Dios en vez de en sentimientos. Otra cosa que creo que ha sido muy útil es que tantas cosas que nos causarían compadecernos de un hombre y mimarlo… En vez, el hombre debería ser reprendido porque está creyendo una mentira. Tantas cosas que parecen ser… en donde nos tratamos como víctimas lamentables cuando en realidad somos criminales culpables. Y sólo enfrentar eso. Enfrentar eso con la Palabra de Dios y arrepentirse. Otra cosa que pienso es muy, muy buena es que no es suficiente decir no a la carne; el decir no a una práctica malvada, pero el sustituir esa práctica malvada con el hacer el bien, con virtud. No es sólo despojarse, pero es vestirse. Y mucho de eso ha sido muy, muy útil. Muy útil.