¿Qué te motiva, la sed o el deber?

Categoría: Corte de Sermon

Reconozco esto. Reconozco que hay personas que “hacen” el cristianismo. Es una religión por la fuerza de su voluntad. Voy a convertirme en cristiano. Voy a ir a la iglesia. Voy a tener una Biblia. Me voy a forzar a leerla. Los cristianos sedientos ponen fin a todo eso. Las personas sedientas son diferentes a los cristianos de la fuerza de su voluntad que ven el cristianismo como una especie de deber. Saben, tenemos que hacer esto. ¿Por qué? Porque al final voy a perder mi alma, así que tengo que asegurarme que cumpla con las formalidades. Pero esto es completamente diferente. Y este tipo de sed, nos impulsa. Ya ves, el religioso enfocado en su deber, él escucha: “Acercaos a Dios”. Así que, se convierte más en un deber. Se vuelve más a un: Dame la lista. ¿Cómo hago esto? Pero ya ves, cuando hay una persona sedienta, no le tienes que dar a una persona que tiene sed una lista de pasos de como encontrar agua. La están buscando. ¿Saben qué? Las personas que tienen sed, vienen a la reunión y quieren escuchar de Dios. Dios, ven. ¡Te necesito! ¡Necesito ayuda! Necesito que te acerques. Vienen a la reunión de oración. Necesitamos ser escuchados. Necesitamos obtener una respuesta. Necesitamos tener algún tipo de habilidad, una unción con Dios. Eso es lo que pasa. Señor, voy a ayunar, no como el hipócrita, no solo otra muesca al cinturón porque ayuno dos veces a la semana. ¡Señor, te necesito! Hay algo de anhelo en mi corazón. Te das cuenta, este es el salmista. Tengo sed. Lo siento. Estoy en un lugar reseco. Estoy en este lugar seco. Señor, hay un jadeo en mi alma. No estoy satisfecho. Oh hermanos, si tienen una iglesia llena de personas así, eso trastornará al mundo. Esa es la diferencia. Porque ¿qué es lo que pasa? ¿Saben lo que pasa? ¿Qué pasa? Tienen esto. “Acercaos a Mí, y Yo me acercaré a vosotros”. Oh, ¿saben lo que pasa? Cuando tienen a personas que tienen sed, ¿cómo hay que convencer a un sediento para que se acerque al agua? Tienes a una persona sedienta por aquí. Solo la pones ahí. Ni siquiera tengo que decir: Esta es agua. Y tienes que caminar esta linea derecha. Pon un pie enfrente del otro. Él no necesita eso. Él ve lo que desea y va a llegar a ello. Y reconozco esto, la promesa de Santiago 4 se hará realidad cuando tienes a personas sedientas. ¿Por qué? Porque están buscando a Dios. Están buscando acercarse a Dios. Están buscando encontrar a Dios. Y ¿saben qué pasa? Están buscando. Están buscando a Él. Están intentando acercarse. Están tratando de entrar. Son personas sedientas. Están buscando agua. Y la promesa de Dios está en juego entonces. Oh, estás sediento de Mí y ¿vienes buscando Mi rostro? Me encontrarás. Y me entregaré a ti. Y ¿qué pasa después? Entonces somos llenos de gloria. Entonces somos llenos de gozo. Y recordarán cómo se dice. “El gozo del Señor es tu fortaleza”. Esa es la realidad. Cuando encontramos a Dios, ¿saben lo que pasa? Nos infunde con una poderosa unción para sacrificar y correr. Oímos esas dos letras: V E. Hermanos, cuando tenemos a personas que tiene sed de Dios y encuentran a Dios, descubres tal gloria, es como que ¡quiero contarlo a otros! Están ante el Sanedrín. Los están golpeando por eso. Los encarcelan por ello. Y se regocijan. Eso es lo que hace la gente cuando tiene hambre de Dios y ha encontrado a Dios y es glorioso para ellos. Y de repente, solo tienes que abrir la puerta. Y puedes dejar que una persona así salga al mundo y observa lo que hace. Ese es el tipo de personas que trastornan al mundo. No los religiosos del deber cumplido. No los religiosos con la fuerza de voluntad donde se trata solo de cumplir con las formalidades. Y miren, si no puedes ver la diferencia en cuanto a lo que estoy hablando ahora mismo, entonces no estás en un buen lugar. Porque de esto se trata el cristianismo verdadero. ¿No vemos al cristianismo, la conversión, como este intercambio de deseos? Nuestros deseos se vuelven totalmente nuevos. ¿No es eso lo que ocurre? Hermanos, cuando encontramos a Dios nos infunde con un gozo inefable y lleno de gloria. Y llenas a un pueblo con una plenitud de gozo y el gozo del Señor es nuestra fortaleza, y de repente somos fortalecidos para hacer todo tipo de cosas en el nombre del Señor Jesucristo. ¿Saben qué se dijo del Señor mismo? “´Por el gozo puesto delante de Él” ¿Qué pasó? Él sufrió la cruz. ¿Qué se necesita para que un pueblo soporte el sufrimiento, y persevere ante sacrificios, y lleve su cruz y muera diariamente? Solo infúndeles con una plenitud de la gloria del gozo de encontrar a Dios. Salir del lugar santo teniendo que se les haya manifestado a ellos esta gloria. ¿Y saben qué? Desata a un pueblo así. Esto no es mecánico y frío y seco. La gente así no se queda sentada toda contenta, solo para estar felices, mirándose el uno al otro. Ni hablar.