Tú no eres el más importante

Categoría: Corte de Sermon

Una de las luchas más grandes que los cristianos enfrentan en la iglesia es el egoísmo. Los cristianos no deben preocuparse por sí mismos y sus propios intereses. Debemos resistir esta tentación interna de enfocarnos en nuestras necesidades y no las necesidades de otros.


¿Por qué tenemos que ser tan vehementes en mantener la unidad? Te diré por qué. Porque existe una tendencia en cada uno de nosotros para ser egoístas. Cada uno de nosotros. No importa cuán redimido seas y cuánto tiempo llevas caminando con el Señor, existe esa tendencia, esa tentación. Hay esa realidad con la carne. El pecado hace algo. Se pone a sí mismo en el centro. El pecado me hace sentir que solo soy yo y que soy importante. Lo que yo pienso es lo que realmente importa. Lo que siento es lo que importa. Lo que me está pasando a mí es lo que importa. Ya sabes, entras a la iglesia: Quiero que todos me pregunten como estoy y qué es lo que está pasando en mi vida. El hombre que se te acerca y dices: “Bueno, déjame contarte de todas mis enfermedades y mis problemas…” Algo sucede. Hay una química cuando interactuamos con otras personas. Algo está ocurriendo con respecto a lo que pensamos de nosotros mismos y lo que ellos piensan sobre sí mismos. Ya lo sabes. Sabes que esa es una realidad. Y la mayoría de nosotros no fuimos salvados como Juan el Bautista en el vientre. Tenemos años de haber caminado, entonces sabes lo que es caminar como personas perdidas en este mundo, y fuimos redimidos y sabemos cómo cambió eso. Pero aún como cambió, sabemos que hay esta dinámica en cómo interactuamos con otros. Y ya sabes esto, si vas a ser vehemente y vas a ser diligente, vas a superar esto, tienes que cortar con el egoísmo. Ahí es donde está la batalla – que no soy lo más importante. Necesitamos recordar. Necesitamos pensar. Necesitamos ser constantemente dados a esto. No debemos olvidar. Podemos volvernos olvidadizos. Entramos a la iglesia, no nos sentimos bien. O la hermana tenía una migraña esta mañana. Puedo identificarme con eso. Venimos aquí – algunas personas vienen a la iglesia, solo para… lo que puedan recibir. Y cuando ya no pueden recibir más, se van a otra iglesia. Esa es precisamente la actitud con la que no están siendo fervientes y vehementes por mantener esta unidad del Espíritu. Oh, la disposición natural es una de las cosas que veo muchas veces en nuevos cristianos. Vienen a la reunión de oración y todas sus oraciones tienen que ver con ellos mismos. No debería ser así. Ya ves, básicamente debemos dedicarnos a amar a otros y a servir unos a otros. Necesitamos pensar en las cosas que traen desunión al cuerpo. Y debemos pelear contra ellas. Debemos resistirlas. Y una de las cosas primordiales es cuando piensas solo en ti mismo, y vienes aquí, y quieres ser grande, y quieres ser más importante que los demás, y recuerden cuál fue el problema con los fariseos, querían los asientos principales y hay muchas maneras en que puedes querer los asientos principales. Quieres la atención. Qué miserable soy – compadecerse de uno mismo. La disposición natural es pasar demasiado tiempo pensando en uno mismo y no suficiente tiempo pensando en los demás, porque estamos ocupados con nuestros propios intereses. Este extracto fue tomado del sermón completo : “La Unidad del Espíritu”