Sé honesto acerca de tus fallas y determinado a cambiar

Y somos llamados a andar como es digno de la vocación con que Dios nos ha llamado. ¡Esta es la cuestión! ¿Estás determinado a triunfar? Y no empieza ahora. ¿Estás determinado a tomar el mensaje que escuchaste en la primera hora y decir: ‘¿Sabes qué?’”? Eso me redarguye, pero no quiero simplemente salir de aquí convencido, quiero salir de aquí cambiado. Mi esposa no sabe que esto sucedió, pero hace un par de semanas estaba manejando por la calle Commerce. Y me estoy acercando a un semáforo y me queda una luz verde. Y el tipo viene desde el otro lado y gira a la derecha ante una luz roja, pero creo que ni siquiera se paró. Él simplemente pasó ignorando el semáforo, y yo estaba muy cerca de él. Y saben, yo no frené de más. Sólo me acerqué con prisa para estar justo detrás de él. Y mi esposa dijo algo como “sólo haces eso porque estás tratando de castigarlo”. O sea, me estaba reprendiendo suavemente. Y pensé: “Sí, eso es exactamente lo que estoy haciendo”. Y pensé: “Ya no voy a hacer eso”. Ha habido varias ocasiones en las que mi esposa ha dicho: “Ya sabes, esto es lo que estás haciendo,” y he dicho cuando ella no está mirando, me vuelvo al Señor y digo: “Señor, eso es exactamente lo que estaba haciendo y ya no quiero hacer eso nunca más”. Y espero que tú seas así. Esa es la manera de abordar las Escrituras, donde algo nos llama la atención y decimos: Sí, voy a esforzarme en esto. Puede que no lo cumpla perfectamente, pero voy a trazar una línea en la arena. Es como decir: Ya no iré más por ese camino. Y si me encuentro ahí, voy a arrepentirme inmediatamente. Voy a alejarme de eso. ¿Estás resuelto a triunfar? Y como he dicho, se requiere ser honesto. Tienes que ser cien por ciento honesto. James podría estar aquí y decirles que esto me redarguyó. Sí, y me avergonzaba por ahí también. Y sé cuando mi esposa - está asintiendo y pienso: “Sí, ella está pensando en mí”. Pero si no admites dónde fallas, no te va a ir bien. Tenemos que ser honestos - honestos con el Señor y honestos con otros. Porque mira, todos estamos en el mismo barco. Todos estamos en la misma situación. Somos personas que necesitan ser salvadas. Necesitamos la gracia de Dios. Necesitamos la ayuda de Dios. Necesitamos el poder de Dios. Este extracto fue tomado del sermón completo “Digno del Llamamiento de Dios”.