A Dios le importan mucho Su Nombre y lo que el mundo dice sobre Él. Debemos recurrir a la gloria del Nombre de Dios como motivo para que conteste nuestras oraciones. ¿Están tus oraciones relacionadas a la gloria del Nombre de Dios y Su reputación?
Estamos rodeados de personas que se burlan y se mofan del Dios de ustedes. Recuerdo una vez en los primeros días de nuestra iglesia, fuimos a lado este de San Antonio. Y recuerdo un día que estábamos fuera, estábamos evangelizando, y estábamos pasando por el Salvation Army (Ejército de Salvación). Hay un parque ahí y muchos indigentes que se quedan en ese albergue, se juntan en este parque. Y yo específicamente, nunca he olvidado, había un hombre sentado en un banco y él nos miró con desprecio. Y era afroamericano. Y él nos miró como si hubiéramos venido de otra parte de la ciudad al lado este. Y solo dijo con desprecio, “Nunca van a cambiar estos barrios. Nunca van a cambiar el lado este”. Y le dije: “Tienes razón. Nosotros no lo haremos. Pero nuestro Dios sí”. Eso le importa al Señor. Alguna vez has leído en las Escrituras cuando nuestro Señor mismo estaba orando. Juan 17. Él estaba orando a Su Padre. ¿Y saben lo que oró? Él oró esto. Él oró, Él y el Padre y el Padre y Él, y para ser perfectamente uno, para que el mundo sepa que el Padre envió al Hijo y amó a aquellos discípulos aun así como el Padre amó a Cristo. Para que el mundo sepa. Encuentro esto muy interesante. Varios años atrás, prediqué unos mensajes, y he predicado de tiempo en tiempo, sobre esas siete iglesias en Asia Menor. ¿Han notado a Filadelfia? Era una de las iglesias fieles. Nada negativo que decir sobre esa iglesia. Y Jesús dijo esto – Él dijo que hay esas personas que dicen ser judíos pero no lo son. Se llaman a sí mismos una sinagoga – Él la llama una sinagoga de Satanás. Dicen ser judíos. No eran judíos. ¿Y sabes lo que Jesús dijo? Dijo que el día viene cuando aquellos judíos físicos van a caer a los pies de los cristianos. Y Jesús dijo que ellos sabrán que amé a ustedes. Es como si Dios estuviera preocupado sobre lo que la gente piensa. Observen a Moisés. “¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo”. En otro lugar, Moisés dijo esto: Él le dijo al Señor: “Los egipcios oirán de esto”. Dios dijo: “Yo los heriré de mortandad y los destruiré”. Y Moisés dijo: ”Si Tú haces eso, lo oirán luego los egipcios”. Porque sacaste a este pueblo con tu poder de en medio de esos egipcios, y si Tú haces esto – si destruyes a este pueblo – los egipcios lo dirán a los habitantes de esta tierra – está hablando de Canaán – “Los cuales han oído que tú, oh Señor, estabas en medio de este pueblo, Porque Tú, oh Señor, eres visto cara a cara cuando tu nube está sobre ellos y tú vas delante de ellos de día en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego. Pero si tú destruyes a este pueblo como a un solo hombre, entonces las naciones que han oído de tu fama dirán… ¿Sabes por qué?¿Sabes por qué? Es porque Dios no pudo. Te diré esto. Dios tiene preocupación por la gloria de Su reputación y honor. Y puedes orar basado en ese motivo. A menudo he recordado las palabras de ese hombre: Señor, ese hombre se burló de la habilidad de transformar el lado este de San Antonio. Señor, recuerda sus palabras. Tú no eres un dios como el dios de las naciones. Tú no eres como los dioses de los egipcios. Tú no eres como el dios del Catolicismo. Tú no eres como el dios de este fácil creer que hay por aquí. Tú eres el Dios vivo y verdadero. ¡Señor, levántate! Tu nombre depende de ello. Muy poderosa manera de orar.
