La necesidad esencial en la meditación bíblica

Meditación es pensar en, reflexionar, hacer preguntas, hablar contigo mismo y con Dios, acerca de Dios y su Palabra. Existe la meditación intencional diaria y la meditación espontánea regular; todo esto con la meta de un mayor conocimiento de Dios y de Su Palabra. Es tenerlo a Él como nuestra prioridad y última en nuestra mente atesorándolo cada vez más.

Transcripción

Si pueden abrir sus Biblias en el libro de Josué capítulo 1. Leeré los versículos del 1 al 9 y posteriormente voy a enfocarme en un solo versículo. Josué 1. Lectura de la Palabra de Dios. “Sucedió después de la muerte de Moisés siervo del SEÑOR, que el SEÑOR habló a Josué hijo de Nun, y ayudante de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto. Ahora pues, levántate y cruza este Jordán tú y todo este pueblo a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Todo lugar que pise la planta de vuestro pie os he dado, tal como dije a Moisés. Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río el río Éufrates, toda la tierra de los hititas hasta el gran mar grande que está hacia la puesta del sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré, ni te abandonaré. Se fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que le daría. Solamente se fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo, te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda para que tengas éxito dondequiera que vayas. Este libro de la Ley no se apartará de tu boca sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. ¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.” Oremos. Oh Dios, Tú eres un Dios bueno. Dios, Tú has hecho tanto y Tú conoces nuestras necesidades. Tú dices Tú conoces nuestras necesidades antes que te pidamos. Asi que, Señor, lo sé incluso en nuestro pedir nosotros no te pedimos lo suficiente porque nuestra necesidad es tan grande. Pero te agradezco que Tú seas un Buen Padre quien desea dar cosas buenas a sus hijos. Te lo pedimos en fe, creyendo que Tú puedes. Y creyendo que Tú estás dispuesto. Señor, danos de tu ayuda – Ayúdanos a entender, ayúdanos a ver, Señor, que la gracia y unción del Espíritu venga a trabajar entre nosotros como mis hermanos han orado. Señor, para hacer una obra de transformación en el corazón de tu pueblo. Y Dios, incluso para atraer algunas personas a ti. Te lo pedimos en el nombre de Jesús nuestro Salvador, amén. Voy a decirte que después de escuchar la predicación del hermano Don, me ha hecho querer parar y no comenzar a predicar ahora mismo. Solo sentarme y pensar realmente acerca de lo que has predicado, hermano. Eso es lo que la predicación de la palabra de Dios debe de hacer. Debería detenerte en tus caminos y hacerte sentar ahí y reflexionar y pensar. Me voy a enfocar el día de hoy en el versículo 8. Amado, si tú eres un cristiano genuino quiero que estés seguro de esto: Tú eres más que perdonado y reconciliado con Dios. Tú has sido hecho nuevo. De ninguna manera quiero minimizar la obra de reconciliación de Cristo la cual Él ha consumado para nosotros. Toda alabanza sea a Su nombre por eso. Pero tú necesitas saber que tú eres más que reconciliado. Tú eres una nueva creación. Y esta nueva vida es obra del Espíritu Santo. Es una obra transformadora. Le llamamos regeneración, o nacer de nuevo, o nacido de arriba. Tú y yo no trabajamos para eso. De hecho, es a lo que llamamos un trabajo monergístico. Significa que solo Uno trabaja, y ese Uno es el Espíritu Santo. En la regeneración, el trabajo se hace a ti, o dentro de ti. Pero tú no hiciste nada. No eres tú y Dios trabajando juntos para hacerte nuevo. No eres tú diciendo, “Me convertiré en una nueva hoja, y Dios, Tú haz tu parte”. Es Dios tomando una persona quien camina en sus propios caminos – muerto en el pecado – y regenerándola y cambiándola y dándole un nuevo sentido a su vida. Ahora porque hemos sido hecho nuevos, tenemos nuevos corazones. Tenemos vida espiritual ahora. Tenemos una relación viva y activa con Dios a través del Señor Cristo Jesús. Podemos comprender la verdad– Algo que no podíamos hacer antes. Y con el nuevo corazón y vida viene un nuevo deseo. Tenemos nuevos deseos para Dios. Tenemos nuevos deseos para Su gloria. Tenemos nuevos deseos para que Su voluntad sea hecha en nuestras vidas y a nuestro alrededor. Tenemos deseo por Su Palabra y verdad. Y tenemos un deseo para Su pueblo. Muchos de esos nuevos deseos como dirección de vida son las evidencias que has sido verdaderamente convertido. Si alguien dice Yo amo a Dios pero no tengo esos nuevos deseos y nuevos caminos acerca de su vida, no pueden tener seguridad de que han nacido de Dios. Como cristiano también, tú vas a querer agradar al Señor y glorificar al Señor, vas a querer conocerle más. Vas a querer más intimidad. Vas a querer ser hecho a la imagen de Cristo Jesús. Yo estoy creyendo que tú quieres esas cosas. Yo estoy creyendo lo que cantamos hoy temprano, “Habla, o Dios…” Le estamos pidiendo que haga esa obra aquí entre nosotros mientras la Palabra es predicada. Que seremos fortalecidos y renovados y movidos. Estoy creyendo que tú quieres eso. Muchos de ustedes manejaron largas distancias, gastaron dinero, dejaron su trabajo y tiempo para hacer otras cosas. Entonces estoy creyendo que tú quieres más intimidad con Dios. Yo estoy creyendo que tú quieres ser mas hecho a la imagen de Cristo Jesús y ser apartado para Sus propósitos. Pero nosotros tenemos deseos competitivos, ¿cierto? Que nos tientan diariamente. Nosotros seguimos susceptibles a la tentación incluso aun cuando hemos sido hechos nuevos. Y tenemos la responsabilidad, amados. Nosotros tenemos la responsabilidad. En ese trabajo de regeneración, fuiste pasivo. Pero en este crecimiento de intimidad y conformación a Cristo Jesus, tenemos una responsabilidad. Aun completamente, totalmente dependiente del Espíritu. Sin Él no podemos hacer nada. Pero nosotros tenemos responsabilidad. No vamos a crecer en intimidad y conformación separado del poder del Espíritu. Pero que sepas esto, Él no va a hacer este trabajo en ti lejos de ti. Él no va a evitarte en esta obra. Tú eres parte de ella. Yo estoy seguro que muchos de ustedes han leído el libro de Whitney, “Las Disciplinas de la vida Cristiana”. Él pasa por algo que llama los medios de la gracia. Cosas que Dios nos ha dado para que trabajemos en ellas y tenemos responsabilidad en ellas, en lo que respecta a este crecimiento en intimidad y crecimiento en conformidad. El menciona cosas como orar así como el hermano Don lo mencionó. El menciona cosas como el servicio con los santos o mayordomía, consumo de la Biblia y adoración. Y amados, debemos reconocer el medio de gracia por el cual Dios obra. No es suficiente para ti decir: Quiero intimidad. Yo quiero conformidad. Whitney habla acerca de estas cascadas de gracia, que si tú dices: yo quiero eso, después tú tendrás que sujetarte voluntaria y conscientemente a estas cascadas de gracia en y a través de las cuales Dios obra. Y si nosotros ignoramos estos medios de gracia, Después no deberíamos ser sorprendidos cuando nosotros no estemos creciendo; cuando nosotros no estemos creciendo en intimidad. Una cosa vital al comenzar a hablar acerca de la responsabilidad; mientras nos acercamos a cosas como las disciplinas espirituales, debemos recordarnos continuamente a nosotros mismos de qué cosas no estamos hablando. Cuando nosotros hablamos de disciplinas espirituales y crecimiento en intimidad y crecimiento en conformidad, no estamos hablando de ganar el favor de Dios. Cristo Jesús, a través de Su muerte, sepultura y resurrección y en nuestra unión con Él a través de la fe ha asegurado eternamente el favor de Dios hacia nosotros como Sus hijos. No estamos ganando o incluso mejorando el amor de Dios por nosotros. El amor de Dios para con Su pueblo viene de Él y con El. Fue puesto sobre ellos a pesar de ellos. Y Su amor por Sus hijos es un amor perfecto. No se puede mejorar eso. Tú no puedes orar lo suficiente para ganar el favor de Dios o leer lo suficiente para ganar el favor de Dios. Si tú estudias desde ahora hasta el día que mueras, Él no te va a amar más. Porque Su amor es perfeccionado hacia ti. No está basado en ti. No está basado en tu desempeño. Se llama gracia. Deberíamos regocijarnos que no tenemos que ganar el amor y favor de Dios. Esto no significa, sin embargo, que Él es indiferente a la manera de como vivimos. Las escrituras nos enseñan que nosotros podemos contristar al Espíritu Santo. Debemos entender la base de Su amor y aceptación. Nuevamente, sin embargo, no está basado en nuestro desempeño. Todo lo que he dicho sin embargo, amados, leyendo meditando, orando, las disciplinas de la gracia, son los medios a través de los cuales Dios trabaja para magnificarse y revelarse a Sí mismo a ti más y más. Para mostrarte Sus promesas más y más. Y lo esenciales que son en nuestra intimidad y el crecimiento en Su gracia y conocimiento, en el crecimiento de nuestra fe Y en nuestra conformidad para ser mas parecidos al Señor Cristo Jesús. Mi deseo, mi oración, para ti en esta conferencia: Uno, si tú estás perdido, mi oración para ti es que tú seas salvo durante este tiempo. Mi oración para ti si eres salvo por la Gracia de Dios es que tú crezcas en intimidad y conocimiento y conformidad a Cristo Jesús. Ese es mi deseo para ti. Yo sé que ese es el deseo de Nate, Mack y Don. Si tú estás en una iglesia local, y espero que lo estés, ese es el deseo de tu pastor, que tu madures en estas cosas y que crezcas en estas cosas. Leamos el versículo 8 nuevamente. “Este libro de la Ley nunca se apartará de tu boca y en ella meditarás de día y noche para que guardes y hagas conforme a todo lo que está en él escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y te irá bien”. Quiero enfocarme en la meditación bíblica. Esto será, obviamente, en este corto periodo de tiempo no incluirá todo. Sino que será más bien una introducción y una exhortación. Quiero mires estos cuatro 4 aspectos de la meditación bíblica. Primero, necesitamos entender qué es. Así que, vamos a tratar de definir la meditación bíblica. Segundo, vamos a mirar cuál es el enfoque de la meditación. ¿Cuál es el enfoque de la meditación? Se puede decir: el objeto de la meditación. Tercero, ¿cuál es la frecuencia de la meditación? La frecuencia. Y cuarto, ¿cual es el fruto? Asi que, vamos a definirla, y después vamos a enfocarnos en ella, en la frecuencia de ella, y luego el fruto de la meditación. Vamos a comenzar diciendo qué es la meditación. Cuando nosotros decimos la palabra “meditación,” para muchos de nosotros, no es una palabra que usemos muy seguido. Y tristemente, es algo que practicamos mucho menos. Usualmente asociamos la palabra meditación con cosas como misticismo oriental. Hemos dejado que nuestra cultura se lleve esta palabra lejos de nosotros. Nosotros pensamos tal vez en personas en poses raras. Tal vez gritando cosas. Vaciando sus mentes mientras buscan la paz interior para encontrarla en ellos mismos. Y honestamente, cuando nosotros pensamos – si ese es el entendimiento que nosotros tenemos de la meditación, entonces eso tiene mucho sentido y es por eso que decimos, Bueno, yo no voy a practicar la meditación. Pero meditación es una palabra bíblica. Es una práctica bíblica. El Señor le dice a Josué aquí: Debes meditar. Y en muchos lugares a través de la Escritura, muchas veces en el libro de los Salmos, podemos ver la meditación y la práctica de la meditación. Todos nosotros estamos familiarizados con el Salmo 1. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos ni estuvo en camino de pecadores ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la Ley de Jehová está su delicia Y en Su Ley, ¿él hace que? Él medita día y noche. Hay otros dos lugares en los Salmos. Puedes solo escucharlos y apuntar las referencias. Voy a leértelos aquí. Escucha el Salmo 63:1-8. “Dios, Dios mío eres tú. De madrugada te buscaré. Mi alma tiene sed de Ti. Mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas. Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario, contemplando tu poder y tu gloria. Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así que te bendeciré en mi vida. En tu nombre, alzaré mis manos. Mi alma será saciada como meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca con labios alegres. Cuando me acuerdo de ti en mi lecho, cuando medite en Ti en las vigilias de la noche”. ¿Cuando él hace todas esas cosas? Cuando él le recordó en su lecho y cuando él meditaba en el Señor. Pon atención al Salmo 119:145-149. “Clamé con todo mi corazón, respóndeme, Oh Señor! Y guardaré tus estatutos. A ti clamé, sálvame, y guardaré tus testimonios. Me anticipé al alba y clamé. Esperé en Tu palabra. Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche”. ¿Por qué estaban sus ojos abiertos antes de que lleguen las vigilias de la noche? “Para meditar en Tus mandatos”. “Oye mi voz conforme a Tu misericordia, Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio, dame vida”. La meditación cristiana, amados, es un mandato en la Escritura aquí para Josué. Es practicada en la Escritura. Y es practicada así como la podemos ver a través de la historia de la iglesia. Probablemente mucho más en los puritanos. Aquellos eran personas que aprendieron cómo meditar. Y una de las cosas que nosotros podemos destacar mucho en estas personas es porque ellos pasaban mucho tiempo meditando. Desafortunadamente, muchos cristianos genuinos en nuestros días, no leen a los puritanos. ¿Por que? Porque solo leyendo sobre lo que ellos meditaron requiere un poco de tiempo y meditación. No es fácil de leer. Pero estas personas pasaron horas delante del Señor bebiendo la palabra de Dios. Fueron dados a la meditación. Así que, culturalmente la meditación involucra una mente vacía, pero la meditación cristiana es totalmente lo contrario. Es el llenar nuestra mente. Recuerden, el Señor obra a través de medios, amados. El trabaja a través de nuestra mente y nuestro entendimiento. Así como nuestro hermano lo señaló, Él lo supera, sin duda. Pero Él no evita eso. Eso es una gran diferencia. El superarlo va más allá de lo que nosotros podemos comprender o imaginar. Pero Él no nos evita. Él no dice,no usen su mente porque Yo trabajaré aquí, y después tú vas a tener esta intimidad. Tú vas a crecer. No, Él obra a través de nuestro entendimiento. Él obra a través de nuestra mente. La palabra aquí en Josué 1:8 “meditar” significa murmurar. Significa murmurar. Reflexionar sobre algo. Es como tener un tipo de conversación contigo mismo. Y Dios está instruyendo aquí a Josué que murmure consigo mismo, que reflexione consigo mismo, que ponga en una balanza las cosas, es reflexionar sobre algo. Esto da el entendimiento de pensar cuidadosamente sobre algo, preguntar sobre eso, y hablando contigo mismo sobre eso. Para medir cuidadosamente algo. Ahora antes de ver esto, la meditación va a requerir algo. Va a requerir tiempo. Va a requerir un ir más lento pensando y reflexionando las cosas. Y amados, quiero que sepan esto. Casi todo en el día de hoy en nuestra cultura de ritmo de vida acelerada, tecnológicamente avanzada, está operando en contra de la meditación cristiana. Tenemos una sociedad hoy en día que ha sido adoctrinada en algo que se llama gratificación instantánea a la cual tenemos acceso a mucha información al alcance de nuestro mano, pero nosotros queremos cosas que son instantáneamente gratificantes para nosotros. Y podemos verlo incluso cuando las personas están en sus dispositivos. Y se hacen lentos, cuando la red se hace más lenta, cuando no hay entretenimiento viniendo suficientemente rápido, ¿qué tan molesta se pone la gente? Y estoy hablando de genuinos cristianos. ¿Puedo decirte algo? Yo no estoy en contra de la tecnología. Yo no soy alguien que dice: Ve y escóndete en una cueva y encierrate ahí y ve y vive tal como si estuvieras en “Pequeña Casa en la Pradera”. Yo no estoy para eso. Pero yo estoy por reconocer qué es lo que te está ayudando contra lo que te está dañando. Y quiero que reconozcamos algo aquí. Esto te está lastimando respecto a este llamado y este medio de gracia llamado meditación. Muchos, no todos, de nuestros jóvenes no pueden estar sentados unos cuantos minutos sin tener entretenimiento rápido. La idea de detenerte y sentarte tranquilamente, o reflexionar sobre algo es aburrido para ellos. Y si nosotros no somos personalmente atentos en lo que nos está sucediendo, como padres, qué es lo que les está pasando a nuestros hijos, y como pastor, qué es lo que le está pasando a nuestra congregación, va a ser para nuestro perjuicio espiritual, si es que no lo ha hecho ya. Te estoy dando una breve definición de la meditación. Murmurar, reflexionar, ver el balance. Como lo hemos definido aquí, voy a ayudarte a que veas el objeto o enfoque de nuestra meditación. Ve nuevamente el versículo. “Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca. Sino que de día y de noche meditarás en él”. ¿A que está llamando Dios a Josué a meditar? El libro de la Ley. La palabra de Dios. La Escritura. Santos, quiero que sepan esto, Nosotros, aquí, hoy, en esta hora somos personas muy bendecidas. Vivimos en el tiempo de la completa revelación que Dios nos ha dado. Vivimos en un tiempo en el que podemos ver cómo la promesa ha sido revelada y cumplida en la persona y obra de Cristo Jesús. Nosotros vemos el cuadro completo. Y nosotros anticipamos Su regreso. Quiero que notes esto, las Escrituras desde el comienzo hasta el fin nos dicen quién es Dios. Las Escrituras te dicen quién eres tú, y nos dicen qué es lo que Dios está haciendo. ¿Y qué es lo que Dios está haciendo? Él está redimiendo a Su pueblo hacia Él a través de Su hijo Cristo Jesús. La Escrituras están llenas de esperanza, pero también están llenas de advertencias. Están llenas de promesas, y nuevamente, hay una historia principal siendo contada a través de la Escritura revelada, y esa es la redención de Dios a través de Su hijo Cristo Jesús. ¿Sabes esto? Todas las demás historias en la Biblia– y está llena de historias– tú sabes que cada historia encuentra su significado último en lo que se refiere y apunta a la historia principal de la Escritura– la redención del pueblo de Dios a través de Cristo Jesús? ¿Puedo darte una pista en la lectura de tu Biblia? Interpreta las Escrituras como lo hicieron los apóstoles. Ellos interpretaron las Escrituras a través de la persona de Jesucristo. Interpreta tu Biblia a través de la lente de Cristo Jesús. ¿Y sabes lo que eso hace por ti? Hace que las historias que no son explícitamente acerca de Jesucristo, pero que apuntan a Él y a Su regreso de alguna manera las hace cristianas, en lugar de ser solo historias morales. ¿No has crecido tantas veces escuchando las historias del Antiguo Testamento? Y solo se han dicho sobre la base de qué? Moralidad. Y una de las cosas que necesitamos aprender cómo hacer como personas es entender la gran imagen y cómo es que todas las historias pequeñas apuntan a la gran historia. Porque tu entendimiento de las Escrituras del Antiguo Testamento debe ser entendido de tal manera que las personas que no son cristianas no puedan decir amén a ellas. Nota esto, si tú enseñas solo moralidad, un musulmán puede decir amén también al lado moral de eso. Pero si tú lo ayudas a ver cómo la historia pequeña aquí apunta y encuentra su cumplimiento en la gran historia de Cristo Jesús, ahora es una historia cristiana. Esto es completamente diferente que una historia moral. Pero la Escritura nos enseña todas estas cosas. Así que debemos meditar en la Escritura– la Palabra escrita de Dios. Y si la entendemos correctamente, vamos a estar meditando y viendo la palabra viva de Dios: Jesucristo. Él es el objeto y enfoque del deseo genuino de un creyente. Y Él es a quien el Espíritu Santo magnifica y apunta. Jesús nos da al Espíritu Santo como un Ayudador, como un Consolador. Y Él nos lo dio, y dice que el Espíritu magnifica o apunta a Cristo Jesús. Esto es importante aquí. Meditar, amados, aunque está hecho sobre la Escritura, es más que lectura bíblica. Meditación es más que lectura bíblica. Tú podrás decirme bueno, Jesse, yo leo la Biblia cada día. Y si soy honesto, debo confesar no estoy creciendo en intimidad, en conformidad a Cristo como me gustaría. ¿Qué tiene de malo esto? Escucha, necesitamos leer la Biblia todos los días. Tomaré las palabras de Jerry Bridges. Jerry Bridges dijo que leer te da conocimiento de la Escritura. Tú necesitas tener conocimiento de la Escritura. Debes estar leyendo sistemáticamente a través de la palabra de Dios. Pero tú también necesitas la profundidad de la Escritura. Y esa profundidad en las Escrituras viene a través de la meditación. Así que esto es más que lectura bíblica. Nosotros somos alimentados por la lectura de la palabra de Dios. Pero la meditación – reflexionado, contemplando, pesando, haciendo preguntas, hablando con nosotros acerca de ella, examinándola cuidadosamente, esto es necesario para nuestro crecimiento espiritual. Puedes ver aquí como regresamos al problema que mencioné anteriormente. Ir lento, considerando cuidadosamente. ¿Cuál es el problema que tenemos entonces? Cuando hago visitas pastorales con la iglesia, y me siento individualmente con las personas y comienzo a hablar con ellos acerca de cómo van, una de las preguntas que quiero hacerles es sobre es cómo les va en su lectura bíblica y meditación. ¿Sabes qué es inevitable, yo pienso, en la gran mayoría de las reuniones pastorales que he tenido, cuál es el problema que las personas tienen con la lectura y meditación bíblica? ¿Ellos no tienen suficiente qué? Tiempo. Estoy demasiado ocupado. No tengo tiempo suficiente. Yo veo la importancia de esas cosas. Yo sé que son esenciales en mi crecimiento, y mi crecimiento en intimidad y conformidad, pero para ser honesto, pastor, yo simplemente no tengo el tiempo. Y nuevamente, yo creo que muchos de ustedes si no es que la mayoría están leyendo a través de la Palabra. Pero yo estoy tratando de convencerte que la lectura no es suficiente. Hemos tenido tiempo para leer, pero muchos no toman tiempo para meditar; para pesar sus corazones a la luz de la verdad y cultivar intimidad con el Señor en la Palabra. Y de la manera más amorosa quiero decirte esto, si ese es el estado y la realidad de tu vida, tengo que decirte algo que me dije a mi mismo hace poco. Y esto es: Detente. ¿Detente qué? Detén todo. Todo. Porque si la intimidad con Cristo Jesús Y la conformación hacia Él, la cual trae gloria a Su nombre es nuestro gran deseo– el cual creo que es– y esto es un medio de gracia Dios ha provisto para que esto sea una realidad en tu vida, y debes voltear y decir, no lo puedo hacer; no tengo tiempo suficiente. Estoy demasiado ocupado viviendo la vida. Me gustaría preguntarte esto: ¿Qué es la vida? Pablo le dice a Timoteo respecto a la riqueza de este siglo que hay una vida verdadera. Y esa vida verdadera es Cristo. Y si estamos demasiado ocupados viviendo esta vida, que no tenemos tiempo para el mismo medio de la gracia que Dios nos ha dado para crecer en intimidad y conformidad a Cristo, nosotros tenemos – no un problema de tiempo, sino un problema de prioridades. ¿Qué hemos hecho? Hemos priorizado otras cosas que nosotros llamamos vida sobre aquello que es la verdadera vida. No quiero especular cuáles son esas cosas en este cuarto, porque estoy seguro que son diversas como el número de personas que estamos aquí. Asi que quiero preguntarte esto, ¿Qué le has dado a tu vida que está impidiendo esa intimidad con el Señor a través de la meditación? ¿Qué es? Si pudiera dar una analogía que te ayude a discernir la diferencia y la necesidad de leer y meditar… Mi co-pastor en Texas es granjero. El tiene ganado. Y si fueras a su granja y vieras sus vacas, tú verías vacas y ellas siempre están haciendo algo. ¿Sabes lo que están haciendo? Siempre están comiendo. Las vacas comen continuamente. Y si puedes entender un poco– No estoy pretendiendo ser un experto en cómo comen las vacas, pero lo que hace la vaca es masticar algo del pasto que está comiendo, y se lo traga. Y desde ese masticar inicial y esa comida inicial, hay algunos nutrientes que pasan a través de su sistema digestivo los cuales le dan fuerza pero una vaca no ha terminado con el pedazo de pasto. Esto puede sonar algo asqueroso, pero lo que hace la vaca es que ellas regurgitan eso. Ha sido mezclado con algunos jugos digestivos. Es lo que se llama “rumiar”. Y ellas regurgitan el alimento nuevamente– el pasto masticado– pero nota que hay muchos más nutrientes. hay mucho más que sacar del pasto. Así que la sube nuevamente y comienza a masticar otra vez. Hasta 8 horas al día, tú vas a encontrar vacas masticando su alimento. ¿Qué está haciendo? Está obteniendo los nutrientes, la fuerza, que puede sacar del pasto y luego lo traga nuevamente. Bueno, muy similar, de cierta manera, muchos de nosotros, como la vaca– masticamos la Palabra de Dios y la tragamos. Quiero relacionar esto con tu lectura. Tú vas a obtener algunos nutrientes. Vas a ser fortalecido un poco más pero hay muchos más nutrientes y mucho más para ser fortalecido. Y eso viene, como la vaca trayéndolo nuevamente, la meditación en la Palabra de Dios. ¿Cuántos de ustedes disfrutaron el sermón de Don? A mí me encantó. ¿Saben de qué tengo miedo por mi propio corazón ahora? Fui conmovido. Yo discerní un obrar del Espíritu en el cuarto. Yo entendí lo que predicó Quiero que eso sea más una realidad. Pero ahora vengo aquí a predicar. Y después por la noche iré a casa y me prepararé de nuevo, y me iré a la cama, y me despertaré y vamos a escuchar a otros hermanos predicar y seremos alimentados de nuevo. Y eso será conmovedor. Ellos predicarán verdad. Nosotros estamos orando y creyendo que el Espíritu vendrá. Nosotros queremos las realidades de lo que predicarán. Pero después, escucharemos otro sermon. Y honestamente, no por nada que estos hombres han dicho y no porque el Espíritu no esté trabajando, pero nos movemos tan rápido al siguiente sermón. Y seremos alimentados un poco. Obtenemos un poco de nutrientes, un poco de fuerza. Y después nos movemos nuevamente. Y una de las cosas, te diré esto, amo las conferencias, pero una de las cosas que no me gustan de las conferencias es eso. Ahora lo hermoso de la tecnología –es por eso estoy a favor de la tecnología– tienes la posibilidad de volver y quiero decirte esto. Si tú no vuelves y escuchas estos sermones nuevamente, o te enfocas en un aspecto donde el Espíritu te dirigió y te centró y te redarguyó y te sientas ante la Palabra y ahora tú masticas el alimento de la verdad de la Palabra de Dios, orando por un aumento del Espiritu, en la privacidad y meditación de tu propio hogar, quiero que sepas esto, si eso no pasa, entonces todo lo que va a pasar aquí este fin de semana, es un espectáculo de animadoras. Hombre, fue bueno estar con estas personas. Con un pensar semejante, unidos a Cristo, la verdad fue predicada, el Espíritu está obrando, pero hombre, estoy ocupado, tengo que trabajar el lunes. Los niños el lunes. Fútbol el lunes. Hacer ejercicio el lunes. Todas esas cosas que hacemos. No tengo tiempo de regresar y sentarme ante la Palabra y marinarme de ella. Estoy comenzando a hacer preguntas sobre mi vida. ¿Por qué no oro de esa manera? Esto es lo que hacen la mayoría de los cristianos, ellos escuchan verdad, yo escuché muchos amén aquí, yo dije amén. Oh, esa fue una buena palabra, hermano. Fui redargüido, hermano. Y después nosotros salimos de aquí. Al pasar rápido de la vida. Se fue. Y aquí es donde tu responsabilidad viene. Escucha, estamos orando por un obrar del Espíritu. ¿Amén? No podemos hacer esto sin el Espíritu. Necesitamos que el poder del Espíritu Santo obre. No estoy hablando sobre que tú hagas cosas por ti mismo separado de Él. Pero yo estoy reconociendo lo que la Escritura dice. El Espíritu obra a través de medios. El obra a través de este Libro. No es solo algo intelectual, como mi hermano lo dijo. Es un obrar del Espíritu. Pero tú tienes un rol activo en esto. No solo te emociones con la verdad. No solo seas redargüido con la verdad. No solo desees que la verdad sea una realidad y después se vaya. Porque no crecerás. “Algunos de ustedes ya deberían de ser maestros”. ¿Recuerdan ese versículo? ¿Por qué ellos no son maestros? No están entrenados en el discernimiento. ¿Qué es lo que se necesita? Tiempo. Prioridad. Te diré ahora mismo. No hay atajos para la meditación bíblica. No hay atajos. No hay nada que puedas hacer sino hacerlo. Si la vaca no trae ese pasto de vuelta como rumia y obtiene más nutrientes estaría desnutrida. Tendría solo un poco de energía, sobreviviría, se las arreglaría. Pero estaría desnutrida. ¿Sabes a lo que temo? Cristianos desnutridos. Están vivos. Ellos ven la verdad, quieren la verdad, pero están demasiado ocupados, y priorizan de mala manera, y muchos de ellos con muchas cosas buenas –como el ministerio– Mira, el ministerio te hace creer que las cosas van bien. Pero esto puede no ser la realidad del estado de tu alma. El ministerio no puede hacer lo que que es estar solo con Dios con la Palabra abierta, quieto, orando, preguntando, murmurando, reflexionando puede hacer. ¿Conoces a las personas a tu alrededor a las cuales ves que de ellas solo sale verdad? No porque quieran presumir sino solo porque es lo que hay en ellos y eso sigue saliendo de ellos? Los ves creciendo en gozo e intimidad. Ve y preguntales si ellos meditan. Te apuesto que ellos lo hacen. No conozco a nadie que miro y pueda ver el obrar de Dios en sus vidas, que no me siente y hable con ellos y encuentro que es lo que está pasando. Recuerdo al hermano Paul Washer quien solía hablar mucho de esto. El predicó un sermón en una ocasión donde dice: “Oh, Pablo, dinos qué es”. Y él habló acerca de la revelación, solo la belleza de Cristo, pero ¿sabes esto? Una cosa que sé de ese hermano es que se sienta a solas con Dios con la Biblia abierta y él medita. Puedes verlo, todo el mundo está buscando este versículo secreto, como si dijeran; si yo solo leo este versículo, yo voy a crecer exponencialmente. (Pensamiento incompleto) No es así. Tú necesitas cultivar una relación con Dios a través de la meditación en las Escrituras. Richard Baxter lo dijo en este sentido: “Un hombre puede comer demasiado, pero no puede digerir suficiente.” He hablado con jóvenes cristianos quienes vienen y visitan la iglesia en algunas ocasiones o en conferencias. Y cuando hablo con ellos, ellos pueden citar hasta 50 pastores los cuales han escuchado. Yo he escuchado este sermón, y este otro, y este otro sermón, y ese otro… Y ellos escuchan cientos de sermones, y son tan inmaduros como pueden ser. ¿Sabes por qué? Ellos no meditan. Un hermano dijo esto. Prefiero que escuches un solo sermón y medites, a que escuches cientos de sermones y no medites. Voy a tratar de ayudarte a ver por qué desde este texto es tan crucial para meditar. Meditación en la Palabra es el medio a través del cual el Espíritu Santo obra para enseñarnos, recordarnos, fortalecernos y despertar nuestros corazones hacia Cristo. Este es el medio. ¿Recuerdas en Lucas 24? Lo hablamos hoy más temprano. Jesus resucitó. Iba de camino a Emaus con algunos discípulos. Y ellos estaban hablando con Él, pero no le reconocieron. Y Él les llamó lentos de corazón para creer porque ellos no estaban entendiendo la resurrección. Y después Él hizo algo aquí. Y quiero que pongas atención en lo que Él hizo. Escucha el versículo 27. “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, Él (siendo Jesús) les declaraba en todas las Escrituras, lo que de Él decían.” ¿No te hubiera gustado haber estado en aquel camino? Jesús abrió las Escrituras a ellos. Eso es más que solo leer. Él tomó tiempo en esta caminata y abrió las Escrituras para ellos. ¿Cuál fue el fruto cuando Cristo Jesús abrió las Escrituras a estos discípulos? Escucha el versículo 32. “Y se decían el uno al otro ‘no ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino? ¿Y cuando nos abría las Escrituras?’” ¿Por qué es tan importante la meditación? Porque es a través de la meditación que el Espíritu Santo nos muestra las Escrituras, y te revela la gloria y belleza de Cristo Jesús. Y dime si no es verdad, cuando tú vienes a escuchar una predica o tú lees algo en la Palabra y es mostrado a ti y tu corazón comienza a avivarse. Y en ese momento, tú ves al mundo, y es algo vacio para ti. Ya no significa nada para ti. Tú quieres darlo todo. Tú solo quieres correr por Cristo en ese momento, ¿o no? Tu corazón está ardiendo. Es la revelación de Cristo Jesús. ¿Sabías que tienes acceso a eso? Cada día. ¿Acaso no debemos de ver el mundo a través del lente de Jesucristo en el Evangelio? Amados, eso no va a suceder con una lectura de 5 minutos por día. No quiero ser legalista contigo y darte esta lista larga de cosas que tienes que hacer, y cómo tienes que hacerlas. Yo te digo esto aunque, este es el medio a través del cual Dios obra. Si tú estás muy ocupado, tú necesitas detenerte de cualquier cosa que estés haciendo. Debes parar ahora mismo y necesitas decir, ¿Qué es lo esencial que necesito en mi vida? Es Cristo. ¿Y cuál es el medio para eso? Bueno, es el reunirse de los santos. ¿Es eso una prioridad en tu vida? Debería de serlo. Es el orar. Necesitamos oración. ¿Qué requiere eso? Tiempo. Necesitamos lectura. Amplitud de la Escritura. Y necesitamos meditación. Y esas no son todas las disciplinas pero tú necesitas esas cosas. Y esto toma tiempo. Y amados, si tú no estás haciendo eso ahora mismo, literalmente, borra todo lo de tu calendario. Prioriza esas realidades. Y después vive en torno a ellas. Tú dices: Oh, yo quiero ver y contemplar a Jesús. Yo quiero que mi corazón arda. Iré a meditar. Y yo solo haré un espacio. No, no lo harás. Tú no tendrás ese espacio. Tú necesitas empezar priorizando. Literalmente, poniéndolo en el calendario. Y después tú vivirás de acuerdo a eso. Es en la meditación en la Palabra que el Espíritu Santo nos abre la Palabra y nos revela a Cristo. ¿Puedo animarte en algo como pastor? Hablé sobre meditar en un sermón. Yo exhorto a la congregación en Dallas cada domingo. Les doy notas del sermón, y les digo, vayan a casa y mediten. Porque escucho muchos amén los domingos cuando predicamos, “Amén amén, amén…” Hablamos después y la gente está emocionada sobre eso, Oh, eso es grandioso. Eso fue muy convincente. Yo quiero que eso sea una realidad en mi vida. Y después ellos salen a comer. Y cerca de la mitad ya lo habían olvidado. Después ellos van a sus casas a trabajar en su patio. Y la mitad ya lo habían olvidado. Y después ellos despiertan en la mañana y se había ido por completo. (Pensamiento incompleto) Escucha, leamos Efesios 4, ¿Dios da dones a la iglesia, verdad? Pastores y maestros. Eso es un don del Señor. Pero tú tienes una responsabilidad con eso. No es solo ir los domingos y sentarte. Sabes, los puritanos solían hablar de esta manera: Cuando el predicador decía amén al final del sermón es cuando de hecho comenzaba el sermón. ¿Sabes cuándo es esto para la mayoría de nosotros? El dijo Amén. Hemos terminado. Y tú te sientas ahí y afirmas lo que se predicó; tú crees la Palabra, Y tú quieres esa realidad, pero el problema para la mayoría de nosotros, yo creo, siendo honesto, es que eso es el final del sermón para nosotros. ¿Qué pasaría si tú fueras a casa esa noche y tomaras tus notas y ese versículo y te sentaras ante Dios en silencio? Y tú dijeras: “O Dios, ahora enséñame más.” Oh Dios, yo fui confrontado en este sermón, pero la convicción no es suficiente. Debo confesarme y arrepentirme. Debo cambiar. Tú conoces las resoluciones de Edwards. Eso sería un gran tiempo cuando estás viendo la verdad, para escribir una resolución en ese momento. Yo determino ahora, por la gracia de Dios, hacer esto en lugar de eso. Eso sería un gran tiempo. Pero para muchos de nosotros, el predicador dice amén y ese es el final del sermón. Amados, esto necesita ser el comienzo del sermón. Es cuando el verdadero trabajo del sermón comienza. Justo ahí. Porque los pastores y predicadores no están aquí solo para animarnos – una buena sensación por un poco de tiempo. Nuestro deseo es conformacion para nosotros y para ti. Una de las bendiciones de predicar es que yo tengo que meditar. Yo considero que una de las mas grandes bendiciones de predicar es que yo tengo que ser dado a meditar. ¡Que bendición! Tú has leído Efesios 3 antes. Sé que lo has hecho. Y te has dado cuenta que cuando alguien como Don viene y lee Efesios 3. Tú ya lo has leído miles de veces. Y luego el predica y tú dices: ¡Oh, sí, sí, sí, eso es la verdad! ¡Eso es verdad! Nunca había visto eso antes. Tú tienes dos cosas de trabajo allí. Número uno es esto: El Espíritu Santo te abre las Escrituras. Eso es algo glorioso. Amén. Alabado sea Dios. ¿Sabes cuál es el segundo punto? Tú dirás: Bueno ¿Cómo vio él eso? Toda la gloria al Espíritu de Dios pero recuerda, Él trabaja a través de medios. ¿Cuándo fue la última vez que tú pasaste quince horas ante un texto? ¿Veinte horas? Lo que haya sido. No estoy diciendo que debe de ser así. ¿Cuándo fue la última vez que pasamos 5 horas? Una hora meditando acerca del sermón, el domingo por la noche o el lunes por la noche? ¿Crees habría un aumento? ¿Crees que Dios nos encontraría allí y haría una obra? Escucha, Él quiere más tu conformidad de lo que tú quieres. Él quiere intimidad contigo más de la que tú quieres, pero Él trabaja a través de medios. Amados, si tú le encuentras allí, en obediencia y priorizando la meditación, Él te encontrará allí. El dará gracia en ese tiempo. ¿Qué tan seguido debemos meditar? “Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, y en ella meditarás, dia y noche”. Lo mismo escribe el salmista en Salmo 1. ¿O no es así? “Bendito el hombre que se deleita en la ley de Jehová Y en su ley medita día y noche?” ¿Esto se refiere a que todos aquí renuncien a su trabajo? ¿Omite tus responsabilidades? Siéntate ante la Palabra dia y noche. Está terminado. No. Lo que nos está hablando aquí es la necesidad diaria que necesitamos de estar ante la palabra de Dios en un lugar tranquilo meditando. En Su Ley meditamos día y noche. ¿De qué estoy hablando esta noche? Es lo que llamamos meditación intencional. Esto es donde tú tienes un lugar al cual ir. Y yo te recomiendo como sabiduría práctica, elige un lugar que sea tranquilo. Elige un lugar al cual puedas ir constantemente. Elije un tiempo. No solo hagas un espacio – elige un lugar y ve ahí. A esto se le llama meditación Intencional donde tú vienes a un lugar específico en un tiempo específico y tú meditas. ¿Puedo decirte a que nos lleva la meditación intencional? Nos lleva a la meditación espontánea. ¿Sabes por qué? Porque las verdades de Cristo están en el primer plano de tu mente. Están ahí. Están fácilmente disponibles. Tú estás viendo a través de ese lente. Pensando a través de ese lente. Y eso te conduce a poder meditar en esas verdades día y noche. Y pequeñas cosas que podemos comenzar a practicar, amados. ¿Has ido alguna vez a algún lugar donde has tenido que esperar mucho tiempo? Donde tienes que hacer una larga fila? Mucho tiempo de espera ahí ¿no? ¿Qué ves si tú caminas hacia ese lugar justo ahora? Dime que ves. Tú ves esto, ¿verdad? Casi es cómico. Y soy culpable. Todos hacen eso. Permíteme exhortarte en eso. ¿Qué pasa si lo dejas? Y porque tú meditaste esa mañana, La Palabra que estabas estudiando o un atributo de Dios, O el sermón que Don predicó, Y en lugar de esto, tú comienzas a pensar sobre eso nuevamente. Y tú te lo pasas así veinte minutos considerando con oración, ¿Qué significa ser llenado con la plenitud de Dios? ¿Cuánto más sería eso benéfico en nuestras vidas? ¿Puedo reprocharme a mí y a ti por un momento rápidamente? ¿A quién se le da esto? ¿A quién le fue escrito el capítulo 1:8? Josué, ¿cierto? Contextualmente, fue a Josué. Él fue instruido por Dios a meditar en la Ley día y noche. ¿Quién es Josué? ¿Líder de quién? ¿Del pueblo de Dios? ¿Él va a dirigir al pueblo de Dios? ¿Cuántas personas eran? ¿Cientos o miles? ¿Un millón? ¿Quién quiere estar ahí y decir: Yo tengo más responsabilidad en mi plato que Josué en su plato? No creo que tú lo harías. Y Dios sintió que era necesario decirle, tú necesitas meditar día y noche en mi Palabra. Amados, nosotros tenemos tiempo. Nosotros tenemos un problema de prioridades. Esto significa que tú vas a tener que decir no a muchas cosas. Pero quiero que sepas esto: Vale la pena. Intimidad con Cristo Jesús, Creciendo conforme a Cristo Jesús, es el gozo del creyente. Todo lo demás por lo cual tú estás evitando esto, en el que buscas vida o gozo, nunca te puede dar lo que Dios te da a través de esto. Nosotros no estamos más ocupados que Josué. Nosotros tenemos tiempo. La más grande prioridad que tenemos como cristianos es proteger y nutrir nuestra alma. Hay un aspecto egoísta en la vida cristiana, lo cual significa que si tu corazón no está bien, que si tú no estás protegiendo y nutriendo tu alma, ¿qué valor le darás a tu esposa? ¿O a tus hijos? ¿A tu iglesia? ¿Al mundo perdido? No estoy diciendo que las cosas tienen que ser perfectas. Pero la manera en como Dios obra es que Él obra en ti y después el desbordamiento de eso debe ser hacia otros. Así que una de las cosas que debemos hacer, es proteger y nutrir nuestra propia alma. Sobre todas las cosas, guarda tu corazón. Tenemos que proteger esto cuidadosamente. Tenemos que decir no a cosas, porque reconocemos la importancia y lo esencial de estas cosas. NO hay atajo. Bueno, finalmente, aquí dice... Hemos definido la meditación. Hemos visto el enfoque o el objeto de la meditación siendo la Palabra de Dios. Y ese enfoque siendo Cristo Jesús. Hemos visto la frecuencia de la meditación siendo constante diariamente, día y noche. Y ahora para más motivación, permíteme animarte con el fruto de la meditación. “Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca. En ella meditarás de día y noche, así que…” Cuando tú leas las palabras “así que” en tu Biblia, detente y haz una nota al respecto. Estas son palabras importantes y éstas te dirán qué le precedió. “Medita día y noche para que tengas cuidado de hacer todo lo que en ella está escrito”. Si tú eres un creyente, tú vas a querer vivir conforme a la voluntad revelada y la Palabra de Dios. No queremos ser solo oidores ¿o sí? Queremos ser oidores y hacedores. De hecho, la Escritura nos enseña que aquel que es solo un oidor se engaña a sí mismo. Hay un poco de engaño que pasa con nosotros si somos honestos, yo creo. Porque la mayoría de los domingos, ¿qué hacemos? Oimos la Palabra predicada. Incluso lo afirmamos. Pero a mí me parece que esta relación entre ser oidor de la Palabra y ser hacedor de la Palabra, encuentra descanso aquí en el meditar la Palabra. Nuevamente, reconociendo nuestra gran necesidad del Espíritu. Pero el Espíritu obra a través de medios. Meditando en ella día y noche así que sé cuidadoso de hacer lo que está escrito en ella. Una cosa es sentarte en la banca de la iglesia Y sentirte confrontado. Y otra cosa completamente diferente es que vayas a casa y reconozcas de qué es de lo que te sientes redargüido. Confesar eso al Señor. Arrepentirte de eso, y hacer cambios, para que puedas dejar de vivir de esa manera. Ten cuidado de hacerlo… Todos somos redargüidos fácilmente, pero cambiando y siendo conformados en crecimiento e intimidad – hay una obra ahí. Pero tal vez hay un problema de no solo una falta de prioridades, sino solamente de pereza que tenemos algunas veces. Solo trabajo duro aquí. Cuando por gracia, estamos oyendo y leyendo la verdad, meditando en la verdad, ayudados por el Espíritu, y después hacemos con cuidado todo lo que en ella está escrito, ve lo que dice después: “Para (cuando tú estás haciendo esas cosas), tú harás prosperar tu camino y te irá bien”. Si Josué hace lo que la Palabra de Dios le decía, él prosperaría y le iría bien. Amados, si estamos expuestos a la Palabra y meditamos en quién es la Persona de Jesucristo siendo revelado a través de la misma Palabra por el aumento del Espiritu Santo, quiero que sepas esto, hablando espiritualmente, vas a tener una vida próspera y te irá bien en la vida. ¿Por qué? Porque tú estarás lleno de promesa y esperanza. Tú vivirás en la luz del Evangelio, así como lo leímos hace rato en Efesios 4. Vive entonces de esta manera, a la luz de todas estas gloriosas verdades. Bueno, todas estas verdades te son reveladas a ti, se conmueven en tu corazón, arden en tu corazón, mediante el trabajo de la meditación en las Escrituras Y por el aumento del Espiritu Santo. Permíteme, si es que puedo, terminar con tal vez seis o siete aspectos prácticos que debes considerar mientras meditas. Número uno, permíteme hacer esto, si tú no estás meditando el día de hoy… Si tú dices, si soy honesto, esto no forma parte de mi vida diaria, entonces te diré que comiences inmediatamente. Muy a menudo decimos que eso es algo grandioso y permíteme comenzar eso y lo ponemos aquí, y seguimos adelante. Quiero animarte, comienza inmediatamente. Inmediatamente. Número dos, cuando tú vienes a meditar, comienza con una oración en reconocimiento y confesión de la necesidad del Espíritu de Dios. Necesito que el Espíritu me ayude. Y pídele que lo puedas encontrar. Número tres, toma un tiempo específico de cada día para meditar. ¿Cuándo deberías hacerlo? Voy a decirte esto: Cuando sea el momento que tú estás más despierto. Para algunos de ustedes este tiempo es por la mañana. Es el tiempo que lo es para mí. Levántate antes que todos los demás en la casa. Yo amo este tiempo. Lo guardo. Y me levanto temprano y por la gracia de Dios medito. Y eso es maravilloso. Hay realidades – Nosotros tenemos hijos y diferentes cosas. Debemos de trabajar en estas cosas. Yo entiendo. Pero lo mejor que puedas, un tiempo específico en un lugar específico, lo más que tú puedas. Luego, escoge algo en qué meditar. Tú tienes cierta libertad aquí. Yo meditaría en el sermón de tu pastor después del domingo. Ese es un buen punto de comienzo para la semana. Tal vez el domingo por la noche o el lunes por la mañana. Medita en el sermón. Eso te va a tomar dos o tres días de meditación. A medida que el Señor obre en tu corazón, empiezas a orar y confesar y escribir resoluciones. Puedes meditar en algún atributo de Dios. Puedes meditar en algo que estás leyendo. Lo harás a través de la amplitud de tu lectura y eso te capta. Tal vez medita en aquello con lo cual has batallado. Batallando en un área de la vida cristiana. Medita en eso. Medita en algún atributo de Dios. Tú tienes cierta libertad aquí, pero las Escrituras deben de guardar y gobernar esto. Número tres, debemos reconocer esto: toma tiempo. Así que dale tiempo. Será difícil al principio si no lo has hecho. Pero quiero que sepas esto, la meditación crea meditación. Cuanto más lo hagas, cuanto más quieres. Lo más cercano tú crezcas en intimidad, cuanto más quieres de Jesús. Así que la meditación crea meditación. Recuerda esto: el objetivo es trabajar a través de la mente, pero la agitación de las afecciones por Cristo Jesús. Ok? Esto no es solo trabajo intelectual. Nosotros reconocemos que Él trabaja a través de la Palabra, por el Espíritu, a través de la mente, pero nosotros estamos orando por ese conmover. Ese avivamiento de nuestros corazones en la revelación de la verdad en Cristo Jesús. Sin embargo, la confesión. Pero eso no pasa cada vez que leo la Biblia y medito. No es así. Así que ¿Qué haces? Confiesa eso a Cristo. Y vuelve nuevamente. Solo confiésalo y vuelve. Cristo nos salvó de la meditación imperfecta también. Confiesa eso y sigue adelante. Y luego, constantemente recuérdate ti mismo de esto a diario, y la Palabra lo hará conforme tú meditas en ella: No estamos ganando el favor de Dios aquí. Nosotros tenemos el favor de Dios a través de nuestra unión con Jesucristo solo a través de la fe. Dios nos ama. ¿Sabes lo que pasa aquí? Estamos creciendo en la revelación de ese favor de lo que Cristo ha consumado, y estamos creciendo en revelación del amor de Dios por nosotros a través de Cristo Jesus mientras meditamos. Y qué te dice Pablo en 2 Corintios capítulo 5? Que ese amor – cuando tú comienzas a verlo – te constriñe a ya no vivir para ti mismo. Y después comienzas a obedecer, porque dejas de vivir para ti mismo. Es glorioso. Así que, oro para que veas las bendiciones, el beneficio, y lo elemental que es la meditación. Y mi oración, nuevamente, es que tú comiences ahora mismo. Así que, oremos por la gracia de Dios. “Padre, en el nombre de Jesús, Dios, Tú lo deseas, demostrado por el regalo de Tu hijo, intimidad con Tu pueblo. Dios, Tu nos has transformado y nos has dado el deseo de conocerte y glorificarte. Pero tú obras a través de medios, Dios. Ayúdanos a no ignorar los medios los cuales Tú has elegido para obrar porque son buenos. Dios, en mi propia vida y en mi propio corazón, Dios, convéncenos a todos, de las cosas a las cuales le hemos dado mayor prioridad, de conocerte a Ti más. Permítenos arrepentirnos de esas cosas, Señor. Danos sabiduría en hacer decisiones. Permite que esto guíe, Señor, para hacer cambios en nuestras vidas. Nosotros no queremos solamente afirmar la verdad, Dios. Queremos hacerla. Te pedimos obres en nuestros corazones, en cada uno de los que estamos aquí, oramos y pedimos estas cosas para Tu Gloria, en el nombre de Jesús, Amén.