No dejes de ir a la reunión de oración

Hermanos, no se dejen engañar; a Satanás no le gustan las iglesias que oran; a él le encanta que las reuniones de oración empiecen a apagarse. La oración libera el poder de Dios y él lo sabe. No cedan a esa tentación. Si algunos de ustedes no están manifestando una devoción a la oración colectiva, entonces, hermanos, los llamo a arrepentirse de eso; vuélvanse, no vayan por ese camino. Puede llegar a ser fácil; lo justificas una vez, lo justificas dos veces. – Tim Conway

Transcripción

Hermanos, ¿quieren parecerse a la iglesia primitiva del Nuevo Testamento? Es esto: Eran fieles a la oración colectiva. Sus ancianos se dedicaban a la oración y ellos mismos eran devotos. Fieles a las horas designadas de oración, ancianos que se entregaban de manera devota a la oración; cada uno de nosotros individualmente comprometidos. ¿Alguna vez se han preguntado cómo se ve una iglesia saludable? Dedicada a la oración. ¿Qué es eso? Nuestras almas frecuentemente elevadas ante el Señor. Necesitamos gente que sea constante en la oración; consagrada a ella; que no le dé descanso al Señor. Algunos de ustedes están familiarizados con el texto de Isaías 62. Escuchen esto: “Los que hacéis que el Señor recuerde, no os deis descanso, ni le concedáis descanso hasta que la restablezca, hasta que haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.” ¿Reconocen que Dios mismo les dice: “Iglesia, no me des descanso, quiero que me busquen frecuentemente. No descanses, ni me des descanso”. En otras palabras, moléstame. Moléstame con tus frecuentes oraciones. Ven. Ustedes dicen: “Es demasiado trivial”. Él dice: “Moléstame”. “Es demasiado grande”. Él dice: “Moléstame.” “¡Ya le he pedido cincuenta veces!” Él dice: “Moléstame. No me des descanso”. Eso es lo que se nos dice. ¿Qué es lo contrario de devoto? Puedes decir “no devoto”, pero básicamente es negligencia, es apatía, es indiferencia. Si no estás dedicado a la oración, o si estás dedicado... se ven diferente. Y tenemos que preguntarnos, entrando a este año: A ver, la carga de la iglesia apostólica primitiva era: “Dedícate a la oración. El ejemplo de la iglesia primitiva: “Dedicados a las oraciones, a los tiempos de oración.” Al comenzar este año, ¿estamos comprometidos a eso? Quiero decir, ¿dirías que 2016…? —si lo que James dijo estuviera correcto— si las reuniones de oración de los miércoles —y les digo— en la historia de nuestra iglesia, creo que en estos 16 años ha habido buena asistencia a nuestras reuniones de oración. Pero si eso está empezando a disminuir —la devoción de alguien está disminuyendo— esa es simplemente la realidad. ¿Y sabes qué? Si disminuye tu entrega a los tiempos de oración, significa que te estás entregando más a otra cosa. Otra cosa se ha apoderado de ese tiempo. Y simplemente necesitas preguntarte, a la luz de la Escritura, ¿estás haciendo un buen intercambio? ¿Eso a lo que te estás dedicando más…?, porque sé que tienes razones; las personas tienen razones de por qué no vienen y oran colectivamente. Pero tienes que preguntarte: ¿Es ese un buen intercambio? ¿Es un intercambio válido? ¿Se ajusta a lo que realmente encontramos acerca de la iglesia del Nuevo Testamento? Porque puedo decirte esto: La misma gente que se dedicaba a las oraciones colectivas, sus vidas eran iguales a la tuya. Tenían un montón de hijos, un trabajo al que ir a la mañana siguiente, todas las mismas cosas. Y sin embargo se dedicaban a ello. Es fantástico cuando tu corazón está lleno. Cuando está recargado con las cosas del Señor; cuando estás entusiasmado por el Señor, cuando hay una frescura. ¿Dónde estamos respecto a esto? Quiero decir, ¿vemos un patrón de oración —tanto colectivo como privado— que realmente se ve algo así como devoción por la oración? Que Dios nos ayude en el 2017, hermanos. ¿Saben qué?, la Escritura dice que no nos cansemos de hacer el bien. Y uno se puede cansar de orar. Durante 26 años he estado viniendo a la reunión de oración. Y busqué, incluso cuando no era anciano, busqué —Ruby puede decirlo— era obligatoria en nuestras vidas; a menos que fuera absolutamente a causa de enfermedad del tipo más severo, la reunión de oración era obligatoria. ¿Por qué? Porque estábamos agarrándonos del Señor. Era necesario. Hermanos, no se cansen de esto. Tienen que recordar esto hermanos: “Las armas de nuestra milicia no son carnales”. Y si hay alguna forma en que el diablo va a intentar fatigarnos, es en nuestra oración. Porque nuestras oraciones derriban sus fortalezas. ¿Y sabes qué? Puedes oír susurrarlo en tu oído: “Ah, es mejor quedarse en casa, descansar un montón, poder levantarse temprano en la mañana, que los niños tengan pleno descanso”, todo eso. Hermanos, no se dejen engañar. A Satanás no le gustan las iglesias que oran. Le encanta que las reuniones de oración empiecen a disminuir. Hermanos, la oración desata el poder de Dios y él lo sabe. No caigan en esta tentación. Me refiero a que si algunos de ustedes no están manifestando una devoción a la oración colectiva, hermanos, los llamo a que se arrepientan de eso. Den un giro, no vayan por ese camino. Y puede llegar a ser fácil. Lo justificas una vez, lo justificas una segunda vez, una quinta vez: “Bueno, los niños...” Hermanos, no hagan eso. Bueno miren, puede que haya algunas cosas que tengamos que hacer. Quiero decir, puede que nuestros ancianos estén abiertos, si es que hay cosas que podemos hacer con respecto a nuestras reuniones de oración. Sé que no siempre empezamos a tiempo. Sea lo que sea; pero les estoy diciendo que no abandonen esto; porque si lo hacen, no van en el camino en que fue la iglesia primitiva. No hagan esto. ¿Quieres ir camino a la ineficacia? ¿Quieres ir camino a la debilidad? Entonces no ores. No es bueno.