Como cristianos debemos reconocer que nuestra vida de oración es de suma importancia para nuestro caminar cristiano, y que así como los discípulos del Señor nosotros debemos también aprender a orar. Pero algo muy importante en cuanto a la oración es lo siguiente: ¿Cuándo tu oras, a quién le oras? ¿Oras a tu Padre Celestial? ¿o aún el Padre es un Dios lejano para ti? La escritura enseña que el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios, y por cuanto somos hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !Abba, Padre! ¿Tienes tu este testimonio del Espíritu Santo?
Mirad a Mí – Monterrey, Mexico
